Es un pueblo de montaña con las casas de piedra y madera, las calles estrechas y de piedra , al final la iglesita que es una preciosidad, todo resultó entrañable y muy original, primero con la llegada del novio en su moto, seguido de la música de un gaitero al recibimiento de la novia que fue andando, la boda fue estilo celta, resultó todo muy agradable y familiar, los adornos los hicieron los novios y el baile una música genial, nada de estas modernidades, fue variable y con canciones que nos despertaron los recuerdos; sorpresas continuas y al final un vídeo de los novios de su vida desde pequeños hasta que cupido los unió
Recibiendo a mi sobrino a la llegada, parece que fue ayer cuando le cogía en brazos y jugaba con él, que rápido pasa el tiempo.......